
Cuando llegó, cansada, Hazel le dice que no
va a cenar, pero la madre se lo niega y le dice que no se va a morir de hambre
solo porque Gus murió. Hazel se irritó y le gritó que es su vida, y que ellos
como padres no iban a poder estar todo el tiempo pendiente de ella, que la tenían
que dejar ser, y que en algún momento moriría y ellos ya no tendrían vida,
aunque se arrepintió de decirlo justo cuando terminó. El padre –como de
costumbre- se largó a llorar y la madre empezó a discutir con ella. Al final,
le confesó que está hace un año estudiando para sacarse un máster en trabajo
social. Hazel lloraba de la emoción, su madre iba a tener una vida después de
su muerte. Hicieron los pases y miraron realities juntas.
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