sábado, 31 de mayo de 2014

Las ventajas de ser invisible - Sinopsis

 “Vivir al margen, ofrece una perspectiva única. Pero siempre llega el momento de entrar en escena y ver el mundo desde dentro.”
    

  Charlie es un chico realmente especial: lee muchísimo, no sale con amigos ni con chicas y reflexiona sobre el mundo desde un punto de vista muy particular.

  Su ingenuidad, su incapacidad para relacionarse normalmente y su extrema sinceridad le crean más de un problema, especialmente ahora que su único amigo ha muerto. Conocer a Sam y Patrick, los chicos más excéntricos del instituto, provocará un giro radical en su vida que lo sumergirá de pleno en la adolescencia.

viernes, 23 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 25 FINAL

Cuando Hazel se despertó, estaba su madre al lado con su amiga Kaitlyn al teléfono para preguntarle cómo estaba por la muerte de Gus. Hazel le contó que Gus le había escrito una carta a ella pero que aún no sabía dónde estaba. Entonces, Kaitlyn le dice que no quería ofenderla, pero que tal vez esa carta no era para ella. En ese momento Hazel se da cuenta de que lo más probable era que Augustus se lo haya mandado a Van Houten.
  Le manda una carta a Lidewij, diciéndole si le puede preguntar a Peter si él tenía la carta; y a la medianoche, ella le responde que no lo sabía, pero que haría lo posible para encontrarla y que Van Houten la lea.

  Al otro día, va con sus padres al parque de picnic, y al volver a su casa, ve que Lidewij le había contestado y le había mandado las cartas de Gus. En las cartas, Augustus le preguntaba a Peter si, para cuando Hazel muera, le puede hacer un discurso fúnebre. Le dijo todos los hermosos atributos que ella tiene, y sus características desde su punto de vista, para que el discurso sea lo más parecido a lo que él lo hubiera hecho.

Bajo la misma estrella - Capítulo 24

  A la mañana, el ruido del teléfono sonando despertó a Hazel, no pudo ir a atender, pero escuchó el mensaje de voz. Era el padre de Gus, diciéndole que encontró en el hospital un anotador con varias hojas cortadas, pero no estaban por ningún lado. Entonces a Hazel se le ocurrió que tal vez estén en el Corazón Literal de Jesús, y que las haya dejado allí el Último Día Bueno. Recogió a Isaac y fueron hasta allí veinte minutos antes de que empiece la clase. Buscó por todos lados, pero no estaba allí. Hazel se quedó en la clase, y al concluir, fue a su casa.

  Cuando llegó, cansada, Hazel le dice que no va a cenar, pero la madre se lo niega y le dice que no se va a morir de hambre solo porque Gus murió. Hazel se irritó y le gritó que es su vida, y que ellos como padres no iban a poder estar todo el tiempo pendiente de ella, que la tenían que dejar ser, y que en algún momento moriría y ellos ya no tendrían vida, aunque se arrepintió de decirlo justo cuando terminó. El padre –como de costumbre- se largó a llorar y la madre empezó a discutir con ella. Al final, le confesó que está hace un año estudiando para sacarse un máster en trabajo social. Hazel lloraba de la emoción, su madre iba a tener una vida después de su muerte. Hicieron los pases y miraron realities juntas. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 23

Hazel va a casa de Isaac y juegan videojuegos para ciegos. En un momento, Isaac le dice que recuerda que Gus estaba escribiendo una segunda parte de algún libro para ella, hace aproximadamente un mes. Entonces, Hazel sale corriendo y pone en marcha su auto, en dirección a la casa de Augustus, tenía que leer lo último que quedaba de él. En la radio empieza a sonar un rap, y de repente escucha una voz rapeando, mira para atrás, y Peter Van Houten aparece en el asiento trasero. Aterrada, Hazel le ordena que salga, pero él no le hace caso.
  Empiezan a hablar mientras ella conduce, y Peter le dice que fue hasta allí para pedirle disculpas por fastidiarle el viaje, y por todo lo sucedido. Ella le responde que no le fastidió el viaje, que no se crea tan importante. Van Houten le dice que se parecía mucho a Anna, y luego de un tiempo pensando, Hazel llega a una conclusión. Le preguntó si había perdido un hijo, y él le responde que sí, una hija de 8 años. Murió de leucemia, al igual que Anna, en parte, el libro era una segunda parte de lo que iba a ser la vida de su hija. Conmovida, Hazel le dice que lo siente, y que debería dejar de beber y seguir escribiendo, que muy bien lo sabe hacer. Peter le da las gracias y se baja del auto.
  Al llegar a la casa de Gus, los padres la abrazan  y la invitan a almorzar. Mientras comen, Hazel les cuenta lo que Isaac le dijo, y les pregunta si puede bajar al sótano a buscar esa segunda parte. Los padres le dan el permiso.

  Cuando baja al sótano, lo primero que hace es fijarse en su computadora, pero el último archivo era de hacía mucho tiempo. Después se fija en los libros que estaban sobre la mesita de noche, nada. Rendida, se acuesta en la cama y se saca los tubos de oxígeno, para poder oler bien el aroma a Gus que aún tenían las sábanas. Pero luego de unos minutos, tuvo que reincorporarse por la falta de oxígeno. Al subir, los padres de Gus la miran y ella niega con la cabeza, haciendo referencia al texto que estaba buscando.

Bajo la misma estrella - Capítulo 22

Cuando fueron al funeral, esperaron a que todos se apartaran para poder ir a lamentarse con los doloridos padres Waters. Y mientras sus padres hablaban con los de Gus, Hazel fue a ver el cuerpo por última vez, así que aprovechó y le dio un beso en la mejilla, aunque toda la iglesia los esté mirando.
  En el momento de los discursos, Van Houten aparece en la sala escuchando todas esas “gilipolleces” que nada tenían que ver con lo que realmente quería Augustus.

  Aunque ella no estaba de acuerdo, los padres obligaron a Hazel a que vaya al entierro. Peter seguía allí ya que no tenía como volver. Entonces Hazel y los padres lo llevaron a la cima de la colina, en donde estaba su auto. En el camino, Peter le confesó que había estado hablando con Gus, y este lo había convencido de escribir una segunda parte de “Un dolor imperial”, y fue lo que hizo. Le ofreció a Hazel contarle lo que pasaba, pero ella negó querer saber más sobre sus estúpidas metáforas. Llegaron a la colina y Van Houten se bajó del auto.

Bajo la misma estrella - Capítulo 21

  Ocho días después del prefuneral, Gus murió en El Memorial, de un paro al corazón. La madre la llamó a Hazel a las 3:30 de la madrugada, y desde entonces, lo único que podía hacer era llorar y leer las publicaciones que ponían en el muro de su novio ya muerto. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 20

  Un día Hazel no fue a la  casa de Gus, y este, a eso de las 5 de la tarde, la llama para decirle que a las 8:00 PM tenía que estar presente en el Corazón Literal de Jesús, y que lleve un discurso igual al que haría para su funeral cuando él muriera.
  Al decirles a los padres, no estuvieron de acuerdo, ya que decían que últimamente no estaban pasando tiempo con su hija y que casi no la veían.  Pero luego de una larga pelea, Hazel logra escapar y se encierra en su habitación a escribir el discurso.

  Cuando termina ya eran 7:40, así que fue sin cambiarse al Corazón Literal de Jesús, al prefuneral, en donde sólo estaban Isaac y Gus. Isaac contó un discurso muy emotivo, y después Hazel también lo hizo. 

jueves, 22 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 19

  Después de unos días, Gus volvió a su casa, pero con más medicamentos.

  Un día, Hazel fue como de costumbre a la casa de su novio, y al entrar se encuentra con las hermanas, los cuñados, los sobrinos y los padres. Gus estaba durmiendo, pero cuando despertó pidió ir al patio trasero. Todos lo acompañaron, mientras le preguntaban si necesitaba algo, lo halagaban y demás cosas que les hacen a las personas enfermas. Ese fue el último día bueno que pasó con Gus hasta el Ultimo Día Bueno.

Bajo la misma estrella - Capítulo 18

  A las 2 de la madrugada, Gus llamó a Hazel para avisarle que estaba en la carretera, y que el tubo G (que estaba conectado al estómago) se le había salido y no podía ponerlo. Le dijo que no les avise a los padres ni que llame a urgencias. Pero al llegar y ver todo el vómito encima de su novio, y lo difícil que era conectar el tubo al estómago, llamó inmediatamente al 911. Tardaron cerca de 10 minutos en llegar, y mientras tanto Gus iba perdiendo la conciencia. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 17

  Una mañana, un mes después de haber ido a Ámsterdam, cuando Hazel va a la casa de Gus, lo encuentra todavía dormido, así que llama a la puerta, lo despierta y se encuentra con un pequeño percance, se había meado. Luego de que los padres cambien las sabanas, ellos se acuestan a jugar a la consola. Pero no resultaba. Así que solamente hablaron un rato. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 16

 
  Al otro día, Hazel hizo una tarde típica con el Gus de la última etapa. Fue a su casa a eso de las 12 del mediodía, almorzó con sus padres y él, deambularon un rato, le dieron la medicina, él se fue a dormir y ella se quedó dormida a su lado. Al despertar, juegan con la consola y por último cuando anochece, ella se va a su casa, cena con sus padres, se duerme y al otro día empieza la misma rutina de nuevo.

domingo, 18 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 15

  Unos días después, la familia de Hazel fue a almorzar a la casa de Augustus.

  Luego de una semana, Gus fue internado en El Memorial, por un fuerte dolor en el pecho. 2 semanas después, pudo salir pero en silla de ruedas, y Hazel lo llevo al Funky Bones. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 14

  En el vuelo de vuelta a Indianápolis, Hazel y Gus beben un poco de champán, hasta que en un momento, a él le empieza a agarrar un fuerte dolor en el pecho; Hazel le da una pastilla, la toma e inmediatamente se duerme.
  Al llegar a Estados Unidos, el papá de Hazel los está esperando a los tres. Y luego de llevar a Gus a su casa, decide quedarse con su hija a mirar realities en el sillón comiendo pizza.
  Al otro día Hazel va a la casa de Gus, y mientras él duerme una siesta conectado a diferentes aparatos y pastillas por los tratamientos a los que se está sometiendo, ella le cuenta a los padres todo lo que hicieron en Ámsterdam. Al rato llega Isaac, y cuando Gus se despierta, habla con su amigo y le cuenta que tiene novia. Hazel le pregunta si hay noticias de Mónica, y él le dice que no.

  Entonces Gus, enfadado por lo que le hizo Mónica con su amigo, le dice a Hazel que tome 4 euros. Todos suben al auto, ella compra una docena de huevos como su novio le había pedido, y van a la casa de Mónica. Allí sacan la huevera. Y Augustus con Isaac empiezan a tirarle huevos al auto de la ex novia del ciego.

viernes, 16 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 13

  La madre de Hazel, Hazel y Gus van a una cafetería a desayunar, y aprovechan para contarle lo que pasó con Peter Van Houten, pero de una manera divertida. Augustus interpretaba el papel del escritor y Hazel él de ella misma. Después de contarle todo, le dicen que fueron a la casa de Ana Frank (sin mencionar el beso ni lo ocurrido en la habitación de Gus). Y al terminar, la madre los deja solos para que hablen tranquilos. Gus se notaba triste, así que deciden volver al hotel.
  Ya en la habitación de Hazel, él le cuenta que, cuando se recuperó, le empezó a doler la cadera, así que fue a hacerse un escáner. Y en los resultados, las células cancerígenas brillaban, como si Gus fuera un árbol de navidad. Las había en el hígado, en la cadera izquierda, alrededor del pecho, por todas partes. Había empezado un tratamiento, pero lo dejó para viajar a Ámsterdam.

  Hazel intentó animarlo, y él fingió estar mejor. Le dijo que estaba en una montaña rusa que no hacía más que subir, y ella le contestó que es un privilegio y una responsabilidad subir ese camino con él. Por último, acordaron que iban a conseguir poder vivir con ello.

Bajo la misma estrella - Capítulo 12

  Hazel se despertó a las 4 de la madrugada. Y después de releer un poco de “Un dolor imperial”, su madre despertó y llegó un camarero a traerles el desayuno. Luego se baño, se peino y se puso unas converse, un jean oscuro y una remera azul claro, con una pipa, que abajo decía “no es una pipa”, era algo así como una metáfora. Y justo cuando estaba por subir a la habitación de Augustus para verificar si ya se había despertado, él toca la puerta. Hazel la abre y luego se van juntos, ya que la madre decidió que no los acompañaría.
  Cuando llegaron a la casa de Van Houten, estuvieron un largo tiempo hasta que alguien se presente; pero de repente la puerta se abrió, y un señor barrigudo, con mucha barba, poco pelo y mejillas caídas apareció. Al verlos, cerró la puerta de un portazo, y empezó a discutir con Lidewij, diciéndole que no era enserio la idea de que vayan hasta su casa. Pero, como no le quedó más remedio, -de una manera muy despreciable- los invitó a entrar.
  Ya dentro, fueron a una sala de estar, en donde se sentaron a hablar con el escritor, quien pidió un whisky ni bien se sentó. Y luego de que Lidewij le traiga el segundo vaso, Hazel empezó con las preguntas.
  Cada vez que ella quería entablar una pregunta, él la interrumpía y le contaba una absurda historia sobre Zenón y sus paradojas. Hasta que en un momento, ya un poco irritada, Hazel logró preguntarle qué había pasado con el hámster de Anna, a lo que Peter respondió que se lo había quedado su mejor amiga, habían empezado bien.
  Luego le preguntó que fue de la vida de la mamá de Anna, si se casó o no, si el tulipán holandés era verdaderamente un farsante o si habían tenido más hijos. Y Van Houten, sin despegar los ojos del techo, le respondió que todas esas preguntas no podrían ser respuestas, ya que todos los personajes dejan de existir cuando termina la novela. Angustiada, Hazel le recordó que en la carta, él le había dicho que le contaría todo. Y Peter le dijo que no contaba con que dos adolescentes enfermos crucen el Atlántico para saber esas respuestas.
  Ella no podía entender cómo Van Houten nunca se preguntó qué pasaba con la vida de los personajes y, al decirle esto, el escritor le dijo que lamenta no poder responder a sus caprichos de niña enferma, porque eso es lo que es, solamente un efecto colateral que dice que no quiere que le tengan compasión, pero su vida depende de eso, y muchos más ‘insultos’ de ese estilo, intentando herirla de la peor manera, pero la verdad es que a Hazel no le dolió todo eso, porque tantos años mirando el techo de la UCI y de su habitación, le hizo pensar cosas iguales o peores acerca de su enfermedad.
  Horrorizada, Lidewij le advirtió que pare, pero Peter le hizo caso omiso y continuó con sus insultos hacia ella y todos los adolescentes, en especial a los estadounidenses. Hasta que en un momento, Hazel se paró, fue hacia el escritor, y le tiró el vaso de whisky que tenía en la mano, esparciéndoselo por toda la cara y tirándolo al piso. Luego, Gus la agarró del brazo y la sacó de la casa.
  Salieron los dos corriendo de allí, hasta que Hazel paró y se echó a llorar. Él la abrazó y le preguntó por qué lloraba, a lo que ella le respondió que lamentaba haber gastado su deseo en ese estúpido. Pero Gus le dijo que no lo malgastó, porque están juntos, en Ámsterdam, como habían soñado. Al instante aparece Lidewij corriendo, preguntándoles si querían ir a la casa de Ana Frank, sin Van Houten y ellos acceden.
  Eran muchas escaleras, así que Hazel tenía que parar cada vez que subía una. Pudo contemplar todas y cada una de las habitaciones. Y cuando llega al último piso, estaba demasiado cansada como para seguir, pero se reincorporó y vio lo último que quedaba, que eran las marcas de los niños en las paredes, centímetro por centímetro, como iban creciendo, hasta que no pudieron hacerlo más. También había una pantalla, que reproducía un video de Otto Frank, el padre de Ana, al que, de toda su familia, solo le quedó un diario.
  Gus y Hazel se quedaron hablando de que querían formar una patrulla de discapacitados que clame por todo el mundo, y bromeando sobre ello. Hasta que Hazel no se resistió y, por fin, lo besó. Fue un beso largo y hermoso, pero cuando se dio cuenta de que era un lugar público y se separo de Gus, vio que todos alrededor los estaban mirando, y después de unos segundos, empezaron a aplaudirlos y exclamar cosas.
  A la salida, Lidewij los dejó en la puerta del hotel Filosoof. Aunque estaba lloviznando, se quedaron en la acera. Gus le pregunta a Hazel en qué piensa, y ella le responde que piensa en él, él le dice que es sexy, ella le da la idea de que podrían ir a su habitación (la de Gus) y él bromea diciendo que hay ideas peores.
  Al subir, se quedan un momento parados en el pasillo, sin saber qué hacer. Luego de un tiempo, Gus le explica cómo es su pierna, para que no se haga una idea equivocada. Hazel le dice que eso no importa, y entran. En el medio hubo un problema con los condones, pero no le dieron importancia. Al terminar, Gus le confiesa que literalmente se le cierran los ojos, así que ella se cambia y, cuando ve que él ya está dormido, agarra un anotador y dibuja un círculo, que dentro dice “VIRGENES” y por fuera, en la línea del círculo, hay un punto marcado, y ese punto es Gus.  


miércoles, 14 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 11

   Al llegar a Ámsterdam, se suben a un taxi y este los lleva a Filosoof, el hotel en el que se hospedarán los tres días. En una habitación se quedarían Hazel y su madre, y en otra Augustus.
  Ansiosa, la mamá le pregunta a Hazel si quería ir al Parque de Ámsterdam (que estaba al lado del hotel), pero ella estaba verdaderamente cansada como para volver a salir, así que decidió tomarse una siesta.
  Cuando despertó, vio a la madre sentada a su lado leyendo una guía. Al ver a su hija despierta, la madre le mencionó que esa noche Gus y ella (Hazel) irían a cenar a un muy lujoso restaurante.
  Luego de un rato, Hazel fue a cambiarse. Se puso un vestido azul sin mangas con unas manoletinas y leotardos, ya que amaba ser más baja que él. A las 6 en punto, Gus tocó la puerta de la habitación; lucía un hermoso traje negro, con una camisa celeste claro debajo, y una fina corbata negra.
  Al restaurant se llegaba en tranvía. Y cuando bajaron, una mujer rubia los estaba esperando para llevarlos a su mesa.
  Cuando se sentaron, Gus le sirvió una copa de champán a Hazel y lo tomaron juntos. Después vino un mozo a tomarles el pedido, y al rato volvió con un plato de espárragos blancos belgas. Mientras comían, miraban el canal que había paralelo al restaurante, y hablaban sobre lo deliciosa que estaba la comida.
  Al rato vino el camarero con el postre y, mientras lo comen, Gus le cuenta a Hazel que cuando le diagnosticaron cáncer, decidió que quería estar preparado, entonces le pidió a los padres comprarse un traje para su funeral. Y era el que tenía puesto en ese momento. Luego, Gus le preguntó si creía en la vida después de la muerte, ella le dice que no, y empiezan a discutir acerca de lo que pasará cuando se mueran, pero por último terminan riendo. El mozo interrumpe la conversación para retirar los platos, y aprovecha para avisarles que esa cena la pagó Peter Van Houten.
  Pasearon por el canal mientras anochecía. Se detuvieron en un banco y se sentaron muy juntos mientras Gus le pasaba el brazo por el hombro a Hazel, y contemplaban el hermoso paisaje.
  Ella le confesó que no cree que Peter les cuente todo lo que necesitan saber acerca de “Un dolor imperial”, entonces empezaron a pensar y planear todas las dudas sobre el libro, para luego decírselas a Van Houten. Luego Hazel le pregunta si puede contarle qué pasó con Caroline Mathers, y él accede.
   Gus le cuenta que conoció a esta chica en el patio de El Memorial. Le empezó a preguntar a las enfermeras el nombre de la chica, hasta que un día se la presentaron. Ella estaba siempre deprimida y de mal humor, pero a él le gustaba. Le alegraba saber que era la única persona en el mundo que había elegido no odiarla. Pero al hablar con ella, no sabía si estaba con Caroline o con su tumor. Los médicos lo llamaban “tumor gilipollas”, porque te convierte en un monstruo. Y a la chica a la que le falta una quinta parte del cerebro se le reproduce el tumor gilipollas y, ella se había convertido en una verdadera bruja.
  Caroline estaba cada día peor, y llegó un momento en el que ya era inaguantable para Gus, pero se había encariñado mucho con su familia, y además ¿Cómo dejar a una chica que está muriéndose? Se le hizo eterno. Llegaba un momento en el que no pensaba las cosas antes de decirla, o repetía más de 10 veces la misma oración y las 10 veces se reía de lo que decía. Estuvo casi un año saliendo con una chica que siempre le decía a la gente “Gus tiene unas piernas fantásticas. Bueno, una pierna”.

  Al terminar de contar esto, Hazel se quedó helada, y lo único que le pudo decir fue “Lo siento, no quiero hacerte nada así nunca”, a lo que él le respondió “Bueno, no me importaría, Hazel Grace. Sería un privilegio que me rompieras el corazón”.

lunes, 12 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 10

  La madre de Hazel la despierta a eso de las 5 AM, aunque el vuelo sale a las 12 del mediodía, e insiste en revisar todo más de 7 veces.
  Luego de desayunar y de despedirse del Señor Lancaster, pasaron a buscar a Augustus por su casa, y después de un buen rato, apareció con una camisa dentro de unos jeans, y un cigarrillo Camel Light colgando de la comisura de la boca.
  Cuando llegaron al aeropuerto, pasaron por la observación, así que Hazel tuvo que sacarse la bombona y los tubos de oxígeno que la rodeaban para poder pasar. Llegaron a la puerta de embarque una hora antes de lo que debían, y cuando los asientos de alrededor de la puerta empezaron a llenarse, Gus fue por una hamburguesa, dejando a Hazel y a su madre solas. Alrededor de una hora después, volvió y los tres juntos se subieron al avión. Gus se sentó en el asiento de la ventana, Hazel en el del medio y la madre en el asiento del pasillo.
  Luego de hablar un rato, una azafata apareció para mencionarle a Augustus que estaba prohibido fumar en el avión, pero Hazel le responde que él no está fumando, ya que el cigarrillo no está encendido. Que es una metáfora, te pones el arma asesina entre los dientes, pero no le concedes el poder de matarte. Y luego de pensarlo unos segundos, la azafata le responde que ese tipo de metáforas están prohibidas en el vuelo. Augustus asiente y guarda el cigarrillo en el paquete.
  Tiempo después el avión despegó. Era la primera vez que Gus viajaba en avión, así que su temor y entusiasmo era visible. A Hazel le dio ternura la reacción de él ante el despegue, y no pudo evitar darle un beso en la mejilla. Fue un viaje corto hasta Detroit, en donde un pequeño coche eléctrico los pasó a buscar para subirse al próximo vuelo, que los llevaría directo a Ámsterdam.
  Aquel avión tenía pantallas en el respaldo de cada asiento, así que, en cuanto estuvieron volando, Gus y Hazel miraron películas románticas, escucharon música, etc. Horas después, la madre de Hazel se durmió, y aunque ellos dos intentaran hacer lo mismo, las ansias y los nervios los superaban. Vieron la película 300 para pasar el rato, pero se le acababan las ideas. Luego Gus empezó a releer “Un dolor imperial”, y Hazel leyó un poema llamado “Aullido”..

  Cuando Grace terminó de leer en voz alta, Augustus le dijo con voz firme pero baja, “Estoy enamorado de ti”. Ella se quedó helada, no sabía que decir, se sentía como en un sueño, tenía una sensación de alegría extrañamente dolorosa. Y no sabía por qué, pero ella no le pudo decir que estaba enamorada de él. No pudo responderle nada. Solo lo miró y él corrió la mirada, quedando con la cabeza apoyada en la ventana.

Bajo la misma estrella - Capítulo 9

Antes de viajar a Ámsterdam, Hazel decide ir al grupo de apoyo. Allí se encuentra con Isaac, él la invita a la casa y ella accede. Mientras la madre prepara la cena, ellos juegan videojuegos mientras hablan.

viernes, 2 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 8

  La familia de Hazel va con ella a una reunión que hacen cada tanto varios médicos junto con María para hablar sobre cómo va el cáncer. Y al terminar quedaron en que seguirán haciendo todo igual que como lo están haciendo, pero le harán una limpieza pulmonar más seguido. Hazel aprovechó la ocasión para preguntarle a María si viajar a Ámsterdam iba a matarla; pero por una votación entre todos los médicos, decidieron que es mejor que se quede en su casa, para evitar riesgos.
  Después de cenar, cuando Hazel ya estaba en su cama por dormir, Gus la llama, así que ella aprovechó el momento para decirle que no iba a poder viajar, a lo que él le responde que no le hubiera avisado a los médicos, y la hubiera llevado a Ámsterdam sin ningún tipo de obstáculos en el medio. Luego de un par de bromas Hazel cuelga y se duerme.
  A la mañana siguiente, Hazel se levanta y va al patio trasero. El cielo estaba gris y con muchas nubes, pero aún no llovía. Se sienta en el pasto y llama a Gus, mientras mira los columpios que su padre le había comprado cuando era pequeña (y sana). Da el contestador y deja el celular a su lado, mientras piensa todo lo que daría por estar sana sólo un par de días. Al cabo de 15 minutos, el teléfono suena, y Augustus saluda a Hazel del otro lado de la línea. Él se da cuenta de que Grace está llorando, así que inmediatamente le pide explicaciones, y ella le responde que quiere ir a Ámsterdam, que no quiere llevar la vida que lleva, que el cielo gris la deprime y que está viendo los columpios que le compró el padre cuando era niña. Gus le dice que tiene que ver esos columpios y que en 20 minutos estaba allí.
  Cuando Gus llegó, le dijo que por más que lo intente, no iba a lograr alejarlo, que todos los esfuerzos por salvarlo de ella fracasarán, y luego, agregó que esos columpios eran verdaderamente deprimentes y que tendrían que hacer algo con ellos. Entraron a la casa y abrieron la página de Llévatelo Gratis, hicieron un anuncio sobre el columpio y lo publicaron. Horas después, ya tenían una lista de pretendientes que reclamaban las hamacas, pero se quedaron con un hombre llamado Daniel Alvarez que necesitaba que sus hijos salieran de la casa un rato. Luego de entregar los columpios, Augustus se fue.
  Al otro día, Hazel se levanta, abre la casilla de mensajes y ve que tenía un e-mail de Lidewij Vliegenthart, que decía que Gus le había avisado del viaje a Ámsterdam y que los esperaban el 5 de mayo en la casa de Peter para saber las respuestas a todas las preguntas que tiene sobre “Un dolor imperial”.

  Decepcionada, Hazel llama a la madre y le dice que le tienen que avisar a los genios que se ha suspendido el viaje, porque al parecer todavía no lo saben. Pero la madre, sin poder aguantarlo más, le confiesa que la doctora la llamó a la noche y le dijo que podría viajar.

jueves, 1 de mayo de 2014

Bajo la misma estrella - Capítulo 7

  Hazel se despierta a la madrugada, por un fuerte dolor en la cabeza. El grito despierta a sus padres, quienes la llevan inmediatamente al hospital. Allí duerme 5 días seguidos, y cuando por fin despierta, Alison La Enfermera se presenta y le cuenta que no tiene ningún tumor cerebral. Que ese dolor fue producido porque no le llegaba bien el oxígeno a la cabeza, ya que tenía un litro y medio de líquido en los pulmones, que le impedían respirar bien, y a eso se debía el dolor en el costado. También le dice que los padres han estado ahí todo ese tiempo, y que Gus no se ha movido ni un solo día de la sala de espera.
  Luego de una semana sin poder salir de esa habitación. Se cambió y le pide a la madre que llame a Augustus. Y diez minutos después, Waters está sentado al lado de Hazel, con una inevitable sonrisa de oreja a oreja. Después de varios intentos de ligar con ella, Gus le dice que tiene una buena y una mala noticia. La mala es que obviamente no iban a poder ir a Ámsterdam hasta que se mejore, pero en cuanto lo haga partirían inmediatamente. Y la buena, era que mientras ella dormía, Peter Van Houten le respondió una carta.
  Hazel no la leyó hasta que llegó a su casa y se acostó en su cama, tranquila, sin ningún médico que la molestara. La carta demostraba claramente que Augustus le había contado a Peter sobre lo que Hazel le había dicho; que no podían estar juntos porque ella solo veía los problemas que iba a causarle a él. Y Van Houten le respondió con varias frases de Shakespeare y por último le dijo que tal vez, la loca no sea precisamente ella.

  Al terminar de leer esta carta, Hazel, emocionada, va con la madre y le pregunta si pueden llamar a la doctora María, para preguntarle si viajar al extranjero iba a matarla. 

Bajo la misma estrella - Capítulo 6

  
Hazel llega a su casa y le cuenta a la mamá la propuesta de Gus; Y luego de insistirle un poco (y aclararle que tendría que ir ella también) accede. Mientras la madre hace una lista de las cosas que tiene que hacer antes del viaje, Hazel entra a su habitación y llama a Kaitlyn para contarle lo de Gus, pero no lo del viaje a Ámsterdam. Y cuando cuelga, decide buscar a Caroline Mathers (la ex novia fallecida de Gus) en Facebook.
  Después de estar casi una hora leyendo cosas como “Lamento mucho que hayas muerto”, vio el comentario de un amigo de Caroline, que decía “Todos te echamos de menos. No te olvidamos. Es como si todos hubiéramos salido heridos de tu batalla, Caroline, te echo de menos. Te quiero”.
  Al rato los padres la llaman para ir a comer, pero ella no tenía hambre y menos después de haber leído ese comentario. Por alguna razón no podía sacárselo de la cabeza. Además el miedo que le rondaba por el dolor de hombro constante era cada vez mayor.
  Los padres notaron esta preocupación en la cara de Hazel, y cuando le preguntaron que le pasaba, ella respondió que era una granada. Una granada que en poco tiempo iba a explotar, así que le gustaría afectar a la menor cantidad de víctimas posibles cuando esto pase. Les advirtió que lo único que quiere es mantenerse alejada de la gente, pensar, leer libros y estar con ellos, porque ya están tan involucrados que no puede evitar hacerles daño.
  Cuando terminó de decir esto, se retiró de la mesa y fue a su habitación, dejando al padre sollozando de tristeza, y a la madre sin habla. Siguió leyendo comentarios hacia Caroline, hasta que decidió mandarle un mensaje a Gus, diciendo que no lo podría besar ni nada de eso. Ya que siempre que intenta mirarlo en ese sentido, solo ve los problemas que ella va a causarle. Él le respondió “bien”, ella le contestó “Bien” y luego él le dijo que era broma, que lo entendía.

  Cuando Hazel intenta dormir, sus padres entrar al cuarto, y le explican que no es una granada para ellos, que la alegría que sienten al tenerla como hija, es mucho más grande que la tristeza que les da su enfermedad. Y que no es necesario que vaya al grupo de apoyo si no quiere.