Hazel va a
casa de Isaac y juegan videojuegos para ciegos. En un momento, Isaac le dice
que recuerda que Gus estaba escribiendo una segunda parte de algún libro para
ella, hace aproximadamente un mes. Entonces, Hazel sale corriendo y pone en
marcha su auto, en dirección a la casa de Augustus, tenía que leer lo último
que quedaba de él. En la radio empieza a sonar un rap, y de repente escucha una
voz rapeando, mira para atrás, y Peter Van Houten aparece en el asiento
trasero. Aterrada, Hazel le ordena que salga, pero él no le hace caso.
Empiezan a hablar mientras ella conduce, y
Peter le dice que fue hasta allí para pedirle disculpas por fastidiarle el
viaje, y por todo lo sucedido. Ella le responde que no le fastidió el viaje,
que no se crea tan importante. Van Houten le dice que se parecía mucho a Anna,
y luego de un tiempo pensando, Hazel llega a una conclusión. Le preguntó si
había perdido un hijo, y él le responde que sí, una hija de 8 años. Murió de
leucemia, al igual que Anna, en parte, el libro era una segunda parte de lo que
iba a ser la vida de su hija. Conmovida, Hazel le dice que lo siente, y que
debería dejar de beber y seguir escribiendo, que muy bien lo sabe hacer. Peter
le da las gracias y se baja del auto.
Al llegar a la casa de Gus, los padres la abrazan
y la invitan a almorzar. Mientras comen,
Hazel les cuenta lo que Isaac le dijo, y les pregunta si puede bajar al sótano
a buscar esa segunda parte. Los padres le dan el permiso.
Cuando baja al sótano, lo primero que hace es
fijarse en su computadora, pero el último archivo era de hacía mucho tiempo.
Después se fija en los libros que estaban sobre la mesita de noche, nada.
Rendida, se acuesta en la cama y se saca los tubos de oxígeno, para poder oler
bien el aroma a Gus que aún tenían las sábanas. Pero luego de unos minutos,
tuvo que reincorporarse por la falta de oxígeno. Al subir, los padres de Gus la
miran y ella niega con la cabeza, haciendo referencia al texto que estaba
buscando.